Un inclinómetro, a veces llamado sensor de inclinación, es un dispositivo que mide el ángulo de inclinación o pendiente respecto a la gravedad. Se utiliza cuando los ingenieros, constructores o técnicos necesitan saber cuánto se inclina una estructura, superficie o máquina. Los inclinómetros modernos son compactos, precisos y se basan en la tecnología MEMS (sistemas microelectromecánicos), lo que facilita su integración en los equipos de campo.
Cómo funciona
El principio es sencillo: la gravedad actúa sobre el elemento sensor del interior del dispositivo. Este desplazamiento se convierte en una señal eléctrica, que se procesa para calcular el ángulo de inclinación. Según el diseño, los inclinómetros pueden medir uno o dos ejes. Proporcionan una lectura directa del ángulo de inclinación, normalmente en grados o radianes, y se valoran por su precisión y robustez incluso en entornos exigentes.
Cuando se utilizan inclinómetros
En la construcción y la ingeniería civil, los inclinómetros ayudan a controlar la estabilidad de edificios, puentes y túneles. Se utilizan durante la excavación o demolición para controlar los ángulos de las pendientes y evitar daños estructurales. En obras geotécnicas, detectan el movimiento del terreno, controlan presas y terraplenes, y alertan con antelación de corrimientos de tierras.
Un ejemplo concreto es la vigilancia de estructuras esbeltas, donde los inclinómetros desempeñan un papel crucial para garantizar la estabilidad.
Inclinómetro vs acelerómetro
Aunque están relacionados, estos dos sensores tienen funciones diferentes. Un acelerómetro mide la aceleración y las vibraciones, mientras que un inclinómetro mide la inclinación respecto a la gravedad. Descubre más sobre nuestros acelerómetros industriales para análisis de vibraciones.
Elegir el inclinómetro adecuado
El mejor inclinómetro depende del nivel de precisión requerido, del número de ejes que se vayan a medir, del rango de medición (°), de las condiciones ambientales y de la forma en que se vayan a recoger los datos. Para el trabajo de campo, suelen ser esenciales la robustez y la facilidad de instalación. Para el laboratorio o la supervisión a largo plazo, la alta resolución y la integración con plataformas en la nube pueden marcar la diferencia.
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